Tecnología

IoT: el gran desafío de los centros de datos

Internet ya es considerado como uno de los avances más importantes de la historia de la humanidad.  En menos de medio siglo ha cambiado la forma de comunicarnos, de compartir mercancías e información, de realizar trámites y, en definitiva, de vivir; por lo que actualmente es una herramienta indispensable para el desarrollo y evolución de las sociedades. Pero su increíble crecimiento lleva aparejados algunos problemas y desafíos que deberemos afrontar y algunos de ellos afectan de pleno a los Centros de Datos. 

En ActionsDATA consideramos que una de las claves del éxito en nuestro negocio es estar al día en las últimas tendencias de nuestro mercado. Por eso, a continuación, analizamos cuáles serán los retos a los que se enfrentan los centros de datos.

El futuro cada vez más cercano

En febrero de 2020 las estadísticas reflejaron que el 59 % de la población mundial ya tiene acceso a la red de redes. Y esta cifra no dejará de crecer en los próximos años. Sin embargo, el mayor volumen de datos e información no tendrá como eje central a los usuarios, sino que afectará a los propios dispositivos, en lo que se denomina como Internet de las Cosas (Internet of Things o IoT). Esto se debe a que cada vez son más los productos inteligentes conectados a la nube, sobre todo los enfocados a los denominados ‘hogares inteligentes’. 

Ya en 2014 un informe de Gartner apuntaba que en 2020 habría 26.000 millones de estos dispositivos en todo el mundo. Una estimación que no se ha excedido por mucho, porque una vez que ha llegado el citado año, los datos ya señalan que para diciembre la cifra correcta será de 24.000 millones de estos sistemas, a los que habrá que sumar los 10.000 millones que gestionarán directamente las personas. 

Preparar la infraestructura para soportar el tráfico creciente de los dispositivos IoT

Los sistemas tradicionales como smartphones, tabletas u ordenadores personales no son exigentes en lo relativo a la gestión de datos, ya que no suelen ser autónomos y precisan que el usuario dirija su uso. Por eso, los propios Centros de Datos pueden regular más fácilmente el tráfico, estableciendo desconexiones o dirigiéndolo según sea preciso en cada momento, como cuando se necesiten realizar tareas de mantenimiento o actualizaciones. Pero esto es algo que no sucede con los sistemas IoTlos cuales reclaman una mayor atención en este aspecto. 

Hablamos de dispositivos que están permanentemente conectados a la nubetanto para descargar información como para compartirla. Una retroalimentación continua que requiere de una gran banda ancha, para poder soportar todas estas conexiones sin que la red y sus servidores sufran para responder a la demanda. De ahí que ahora sea fundamental anticipar las necesidades que tendrá en este sentido la sociedad en los años venideros, así como potenciar la inversión en la tecnología e infraestructura de los Centros de Datos. 

En concreto, Gartner incide en que serán varios los retos que habrá que afrontar para poder garantizar un adecuado soporte para el creciente IoT 

  • De seguridad: Será fundamental proteger los nuevos dispositivos conectados a la nube, sobre todo a los que afectarán directamente al mantenimiento y desarrollo de las industrias. 
  • Empresarial: La economía y supervivencia de las compañías se apoyará en el IoT, de manera que habrá que garantizar los requisitos de disponibilidad y de seguridad, para sustentar los procesos de negocio en tiempo real y para velar por el personal que pueda estar en riesgo. 
  • De privacidad de los usuarios: Datos e información de los ciudadanos circularán por estos sistemas y estarán prácticamente en todos lados, de forma que será preciso que su funcionamiento se ciña a la normativa, para garantizar su privacidad y limitar el acceso a los mismos por parte de terceros.  
  • De datos: Los Centros de Datos deberán fortalecer sus infraestructuras para garantizar  el procesamiento del creciente Big Data. 
  • De gestión del almacenamiento: El alto volumen de información que será necesario también requerirá incrementar la capacidad de almacenamiento de los Centros de Datos, así como su mantenimiento.  
  • De potenciación de las tecnologías de servidor: El Internet de las Cosas invita a incrementar la inversión en el mercado de servidores, ya que estos serán claves para fortalecer la Red de Redes y garantizar el acceso a su infraestructura. Por ello, se espera que las industrias y empresas relacionadas experimenten una etapa de auge. 
  • Del Network Data Centre: Los Centros de Datos cuentan con nodos y enlaces acostumbrados a peticiones moderadas de ancho de banda, propias de los requerimientos que hacen los usuarios humanos. Pero el IoT va a cambiar esta situación y a modificar los patrones, porque los nuevos dispositivos van a reclamar la transferencia y el procesamiento de grandes cantidades de información a través de pequeños paquetes de datos. Algo que, lógicamente, incrementará la presión sobre el ancho de banda de estos Centros de Datos.  

Anticipar y adaptarse para no quedarse atrás

En este sector, el futuro se lleva tiempo vislumbrando. En la última década se ha anticipado, con bastante buen tino, el crecimiento del Internet de las Cosas y esto supone una enorme ventaja para los Centros de Datos, porque ya saben perfectamente lo que se va a requerir de ellos a corto, medio y largo plazo. Es una simple cuestión de adaptarse con celeridad a este nuevo contexto tecnológico, marcado por el fuerte crecimiento inmediato de los dispositivos M2M (Machine to Machine), totalmente autónomos e independientes. De hecho, se calcula que si en 2018 este tipo de conexiones móviles estaba cifrado en 1.200 millones, en 2023 habrá llegado a los 4.400 millones.  

Hablamos de dispositivos de todo tipo, en muchos casos fundamentales para la seguridad y el bienestar de las personas, como los coches autónomos. Así que del correcto funcionamiento de la infraestructura dependerá la vida de los ciudadanos y su tranquilidad. Por eso, los Centros de Datos ya trabajan para responder a todos estos retos y para fortalecer su infraestructuraespecialmente a los que aluden a los requisitos de mantenimiento, procesamiento, almacenamiento y seguridad de los datos generados durante la nueva década que abordamos. 

Aspectos como la investigación y desarrollo de nuevo software de conectividad, más eficiente y rápido gracias a novedosas redes como el 5-G o las LPWA; del Edge Computing para favorecer la proximidad y reducir la latencia; o  de modelos de Inteligencia Artificial para automatizar procesos y rentabilizar el consumo de recursos, serán claves para que los Centros de Datos puedan sostener sobre sus hombros la estructura de la nueva sociedad digital. Algo que solo se podrá hacer con una inversión pensada para dar soporte a todo ese Big Data, que se generará externamente y que precisará de profundos sistemas de análisis y de control para fluir correctamente.   

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