El objetivo de todo diseñador UX/UI es hacer creaciones visuales que faciliten la experiencia del usuario y la hagan tan agradable como coherente. Con lo cual, debe tener la capacidad para ponerse en la ‘piel’ del internauta, para intentar anticipar cómo se va a comportar a la hora de navegar por una página o aplicación concreta, qué le va a llamar más la atención, etc. Un proceso que tiene mucho de psicología, aunque técnicas novedosas como el Data Driven Design están logrando que sea cada vez más preciso.
En ACTIONS damos un enorme valor al análisis de datos como metodología para ayudar a la sociedad, por lo que vamos a contarte qué es exactamente el mencionado Data Driven Design y cómo las empresas pueden aprovecharlo para mejorar la experiencia de los usuarios y clientes.
¿Qué es el Data Driven Design?
Si traducimos estos términos, vemos que se refieren al ‘diseño basado en datos’. Por lo tanto, es el conjunto de técnicas que incorporan el análisis de datos para tomar decisiones en lo que respecta al diseño UI y UX de una página web o aplicación. Así que incluye tanto el aspecto visual de su interfaz como la distribución y organización de sus elementos para facilitar la navegación a través de ella.
Aparentemente, el diseño tiene un importante componente de subjetividad, porque entra en juego la creatividad de la persona que lo desarrolla, el diseñador. De manera que el hecho de incorporar la metodología del análisis de datos ayuda a eliminar ese factor más parcial de la interpretación humana, y convierte todo el proceso en algo más objetivo y racional.
¿Qué ventajas tiene el Data Driven Design para las empresas?
Las compañías que toman sus decisiones en función de los datos son conocidas como ‘empresas data driven’. Sin embargo, estos pueden ser utilizados en departamentos concretos, mientras que otras áreas ni siquiera los toman en cuenta. Con lo que es importante que señalemos las ventajas que para ellas puede tener el incorporar el análisis de datos al diseño de la experiencia y de la interfaz del usuario:
- Permite tomar decisiones de diseño que están fundamentadas en información y datos reales sobre los propios usuarios que luego van a interactuar con la web o aplicación. Es, por tanto, el mecanismo más objetivo posible para realizar este trabajo.
- Ayuda a detectar problemas concretos en la experiencia del usuario y aporta una orientación para descubrir cómo resolverlos.
- Cómo es lógico, mejora la experiencia de los usuarios y clientes y pule los procesos de interacción digital con ellos. Estos se encontrarán más cómodos navegando por la web o aplicación, pues podrán ver más fácilmente lo que buscan.
- Agiliza la toma de decisiones, pues el diseñador tendrá más claro desde el primer momento lo que es más óptimo para cada caso. Y, además, podrá justificar y argumentar mucho más sus decisiones.
- Contribuye a que la empresa conozca mejor al usuario, porque permite saber cómo navega, qué es lo que suele buscar, el tiempo que permanece en la página o en la aplicación, etc.
¿Cómo es posible diseñar utilizando la información que aportan los datos?
Para poner en marcha el Data Driven Design es necesario cumplir con una serie de requisitos:
- Disponer de alguna herramienta de toma de datos y análisis. Esta labor suele ser responsabilidad del departamento técnico/ tecnológico de la empresa; el cual se encarga de integrarla en la web o aplicación sobre la que vamos a trabajar.
- Identificar aquellos datos que van a ser importantes para diseñar. Debemos preguntarnos cuál es la intención que tenemos antes de ponernos a crear. Podemos usar información (métricas) como el número de páginas vistas para saber cuáles funcionan mejor y son más atractivas, el tiempo de permanencia para identificar aquellas que tienen una navegación más incómoda, el tipo de dispositivo o navegador utilizado por los usuarios para saber, por ejemplo, la resolución óptima en la que trabajar, etc.
- Contar también con otros mecanismos para reunir datos: Cuantas más opciones tengamos a nuestra disposición para tomar las muestras, más precisos podremos ser después en nuestras conclusiones. En consecuencia, podemos valorar también alternativas como hacer entrevistas a los usuarios, realizar tests A/B, preparar informes sobre flujos de comportamiento, etc.
El Data Driven Design, un diseño hecho por y para el usuario
En conclusión, con este conjunto de técnicas es mucho más sencillo preparar diseños óptimos de usabilidad y navegación. Requieren un innegable esfuerzo para detectar los datos adecuados y someterlos a un análisis, pero sus ventajas lo compensan sin lugar a dudas. Fundamentalmente, porque pueden complementarse a la perfección con la creatividad y la habilidad del diseñador, para conseguir resultados más precisos y más rentables para la empresa.
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