Cada vez más consumidores prescinden del dinero en metálico, y optan por utilizar las tarjetas de crédito. Este proceso de transición del dinero físico al virtual, se ha visto acelerado con la llegada de la pandemia, y, aunque abandonar el método tradicional de pago tiene muchas ventajas, como no tener que preocuparse por perder tu cartera con tu dinero, o que te roben por la calle, también es cierto que tiene sus desventajas, como que te hackeen la cuenta o que te conviertas en víctima de una estafa. En el blog de hoy desde Actions, os vamos a hablar sobre como las estafas de pagos digitales están creciendo en los últimos años.
Según un estudio realizado por IBM, a los consumidores que utilizan los métodos de pago digitales, se les estafan una media de 265$ al año mediante cargos financieros fraudulentos realizados por terceros.
Tanto los fraudes financieros como los ciberataques, son una amenaza creciente para las empresas financieras y sus clientes. Esto obliga a las empresas a acelerar medidas preventivas frente a posibles ataques, para también mantener la confianza de sus clientes. Mientras que la economía global evoluciona hacia una sociedad sin dinero físico, los bancos y otras empresas financieras, deben seguir invirtiendo en evolucionar su infraestructura para poder hacer frente a la actividad fraudulenta.
Impacto en las finanzas globales
Según el estudio realizado, los americanos son las víctimas más frecuentes a nivel mundial. Las principales aplicaciones que utilizan son PayPal, Venmo y Square. Aun así, los americanos son de los que menos cantidad de dinero pierden en estafas, solo por debajo de Japón. La media de habitantes que más dinero pierden por estafa son los alemanes.
La opinión común que tienen todos los usuarios que utilizan métodos de pago como Visa y MasterCard, es que son los bancos los que son responsables de prevenir los ataques fraudulentos. Sin embargo, por ejemplo, en China se culpa principalmente a los reguladores del gobierno.
En E.E.U.U. cerca de un cuarto de la población no confían en la habilidad de sus bancos en ser capaces de prevenir o resolver problemas de fraudes. A estos datos cabe añadir que los estadounidenses emplean menos de una hora al año en revisar si ha habido actividad fraudulente en sus cuentas.
Diferencias generacionales
En el estudio también se encontró que los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) son las mayores víctimas de todos los tipos de fraude, desde cargos en las tarjetas de crédito y débito, pagos digitales, gestiones con el banco, impuestos…
La generación X (nacidos entre 1965 y 1980) son los segundos que más cargos fraudulentos reciben en sus tarjetas. Y, por último, los de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) son los que menos estafas se encuentran.
Los Millennials son los que más tiempo emplean en recuperar el dinero perdido, disputando cargos fraudulentos y comprobando sus cuentas bancarias. Los de la generación Z son los siguientes que más tiempo emplean en revisar sus datos, seguidos de la generación X.
El método que más afecta a la generación Z y a los Millennials, es el pago digital mediante apps, mientras que el que más afecta a la generación X es el pago con tarjeta.
Otros datos curiosos
- El fraude mediante tarjeta de crédito es el más común en todos los países. Cerca de un tercio de la población brasileña ha experimentado al menos un fraude con tarjeta de crédito.
- El 85% de brasileños y el 79% de la población de Singapur se preocupa de su seguridad financiera.
- De media la población alemana perdió más dinero por fraude que ningún otro país. Con una media de 3520 € perdidos en el último año debido a cargos fraudulentos.
- Los usuarios japoneses son los que menos confían en su compañía bancaria o la compañía de sus tarjetas de crédito. Solo el 59% confía en que su institución financiera sea capaz de controlar los posibles fraudes.
- La mayoría de adultos de todos los países son más susceptibles de comprar un producto de una empresa que tiene un sistema de prevención de fraude instalado, liderado por Brasil (91%) y China (90%).
Como conclusión final podríamos decir que la evolución de la tecnología de pago ha sido muy rápida, haciendo que las personas que estaban más acostumbradas a los métodos de pago tradicionales, y que acaben de empezar a utilizar estos nuevos métodos, son más susceptibles de caer en fraudes de pagos, ya que muchas veces no entienden o no dan importancia a los posibles engaños que sufren.
Siempre es muy importante contratar nuestras cuentas con empresas de confianza que sepamos que van a estar dando soporte frente a cualquier inconveniencia y mantener un control periódico de nuestros gastos y cuentas, ya que al final, estamos hablando de los ahorros de una vida, y perderlos a manos de infractores que se aprovechan de tu desconocimiento es algo que nadie quiere le ocurra.
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