Tecnología

La Inteligencia Artificial, la gran aliada del teletrabajo

Empresas de todo el mundo afrontaron a principios de 2020 un reto exigente, para el que muchas de ellas no estaban preparadas. Y es que la expansión de la pandemia de COVID-19 trasladó los lugares de trabajo a los domicilios, por lo que millones de profesionales tuvieron que aprender a desempeñar su actividad lejos de las oficinas y en espacios que tradicionalmente asociaban a su ocio y descanso.   

Lógicamente, cada caso es único y la eficacia del teletrabajo está íntimamente ligada al tipo de actividad que desarrolla cada empresa. Pero es evidente que esta solución ha venido acompañada de una serie de problemas e inconvenientes que ahora las empresas están tratando de solucionar a través de herramientas tecnológicas, como la Inteligencia Artificial (IA).   

Por lo tanto, en ActionsDATA vamos a contarte las posibilidades que tiene la IA en el desarrollo y el crecimiento del teletrabajo, así como la función que ya empieza a desempeñar esta para que tanto los empleados como las empresas se sientan plenamente satisfechos de sus posibilidades.  

El impulso del teletrabajo se ha quedado a medio gas en 2021

Hace apenas dos años, en España tan solo el 8,3 % de las personas empleadas trabajan desde casa. Es decir, la mitad que la media europea (16,1 %) en ese momento. Pero a raíz del Coronavirus, estas cifras casi se multiplicaron por cuatro y llegaron a alcanzar el 30 %, para un total de 3,5 millones de teletrabajadores en los momentos de mayor auge de esta modalidad.  

Sin embargo, justo un año después del confinamiento a escala nacional, únicamente 1,2 millones de personas (el 14,5 % del total de trabajadores) continuaban haciendo su labor en remoto. Lo que significa que, en más de 2 millones de casos, el teletrabajo fue una solución provisional para eludir las restricciones y frenar la expansión de la enfermedad.  

Por tanto, aún hay ciertas reticencias en España para apostar con decisión por esta modalidad. Y así lo refleja un reciente estudio (junio de 2021) de la sociedad suiza UBS, ya que tras encuestar a 675 directivos de países como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y la propia España, constató que los responsables ibéricos son los menos partidarios de que sus empleados trabajen desde sus casas.  

Es más, el 47 % de los entrevistados en España desvelaron que darían por terminado el teletrabajo en sus organizaciones, una vez que finalizaran las restricciones en el país y que la incidencia de casos bajara. ¿Los motivos? Fundamentalmente dos: la percepción (87 %) de que los empleados son más productivos en la oficina que en sus espacios personales y el peso que, a su juicio (38 %) tiene el trabajo en las instalaciones de la empresa para mantener y fortalecer sus valores y su cultura corporativa 

Así está consiguiendo la IA cambiar la percepción sobre el Teletrabajo

Se trata, por tanto de un problema de productividad y de sentimiento de pertenencia. En el ámbito laboral está extendidas las ideas de que “ver es creer” y de que “la unión hace la fuerza”, por lo que en, en líneas generales, no han sido suficientes estos meses de pruebas y experimentación (exitosos en muchos casos) para cambiar la mentalidad de aquellos que toman las decisiones.  

Pese a ello, es evidente que el teletrabajo va a seguir ganándole terreno a la presencialidad, tanto en España como en el resto del mundo. Al igual que hace tres décadas era una solución impensable y ahora es perfectamente factible por los avances técnicos que se han producido, en el futuro será visto como algo totalmente normal y que incluso tendrá el plus de aportar ventajas muy particulares gracias a la tecnología.  

En este sentido, resulta particularmente interesante el papel que ya está empezando a jugar la Inteligencia Artificial para lograr que la implementación del teletrabajo no sea traumática y aporte garantías, respecto al rendimiento y la productividad de los empleados. Y es que estas son algunas de las aportaciones que puede hacer para impulsar esta modalidad de trabajo: 

  • Contribuir a mejorar la experiencia del empleado y facilitar que su labor encaje en el nuevo entorno: Las empresas se preocupan de crear sus propios espacios de trabajo para que los empleados estén cómodos, dispongan de todo el material que necesitan y puedan tener acceso a herramientas útiles en su día a día. Esto contrasta con los domicilios y espacios personales, porque normalmente estos no están preparados o pensados para desarrollar actividades profesionales en ellos. Pues bien, la IA puede acompañar a los trabajadores en este proceso de transición, para guiarles a través de herramientas y software que les ayuden a hacer su labor en remoto. Y también puede actuar como mecanismo de protección avanzado, para velar por la seguridad de las nuevas redes que se crean para los nuevos espacios y que ya son uno de los objetivos predilectos de hackers y ciberdelincuentes.
  • Permitir una adecuada organización interna: El teletrabajo puede ser visto como un problema a nivel logístico, porque reclama sus propios procesos organizativos. Es decir, a la hora de implementarlo, hay que asignar turnos, distribuir los espacios físicos disponibles, definir el material de la empresa que el trabajador va a tener que llevarse a su casa para realizar su actividad, etc. De todo ello puede ser partícipe la IA, ya que puede intervenir en la coordinación y en la adecuada gestión del trabajo y de sus calendarios. De hecho, en algunos casos tiene la capacidad de ayudar a definir qué actividades concretas será más susceptibles de desempeñarse en remoto; así como aquellas que preferiblemente deberán ejecutarse en la oficina. O, incluso, puede hacer recomendaciones sobre los días de la semana en los que sea más recomendable apostar por el teletrabajo.
  • Seguir la actividad del trabajador: Como hemos visto antes, la eficiencia de los empleados cuando están en sus casas preocupa a casi 9 de cada 10 directivos españoles. Y ante esta problemática, la IA surge con solución, porque tiene la capacidad para medir su desempeño y la eficacia con la que realizan sus tareas. Esto es susceptible de generar rechazo entre los propios trabajadores, pues ya existen herramientas que están preparadas para asignar puntuaciones de productividad. Por eso, las empresas deberán encontrar el punto de equilibrio en el que puedan seguir la actividad que llevan a cabo sus empleados sin incomodarlos ni menoscabar su confianza.
  • Favorecer la comunicación y velar por la adecuada transmisión de la cultura corporativa: Teletrabajo no equivale a desconexión. La tecnología está para crear puentes a pesar de la distancia, y la IA puede ayudar a que la comunicación entre los diferentes integrantes de la empresa se realice en óptimas condiciones Nos referimos a mecanismos para optimizar las videollamadas en contextos en los que el ancho de banda es limitado, para gestionar experiencias sin contacto en las salas de reuniones, para aconsejar a los empleados sobre pautas  y medidas a tener en cuenta o incluso para sugerirles participar en actividades de apoyo que les ayuden a superar determinados problemas. 

Así pues, el teletrabajo ha llegado para quedarse. No como modelo único, sino probablemente participando de una solución mixta. Y ahora las empresas están ante el reto de implementarlo adecuadamente en su filosofía, en un proceso que puede generar temores y desconfianza. Pero, por suerte, soluciones como la Inteligencia Artificial están especialmente pensadas para hacer menos traumáticas estas experiencias; y para demostrar que la productividad y la cultura empresarial no solo no van a verse afectadas por lo remoto, sino que incluso podrán salir reforzadas de su mano.  

 

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