El big data ha demostrado ser uno de los recursos clave para combatir la pandemia del coronavirus y su utilización en el ámbito sanitario y las administraciones locales ha mostrado ser de gran ayuda en algunos países.
Singapur o Corea del Sur, pese a estar al lado de China, han sido estados que han conseguido contener el brote de coronavirus en fase temprana, y su éxito se debe, en buena medida, al uso del big data.
ActionsDATA somos expertos en la gestión de grandes cantidades de información y nos apasionan el uso de los datos y sus diversas aplicaciones. Así que hoy analizamos en nuestro blog algunas iniciativas que están ayudando a controlar la crisis del coronavirus.
Big data: predicción de la pandemia
El 30 de diciembre, un día antes de que el gobierno de China alertara a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el coronavirus, la startup canadiense BlueDot ya había advertido a sus clientes del sector privado y gubernamental del surgimiento de decenas de casos de una inusual neumonía en los alrededores de un mercado de mariscos en Wuhan.
BlueDot utiliza la inteligencia artificial (IA), el machine lerning y el big data para rastrear y prever posibles brotes de enfermedades infecciosas en el mundo.
Después, la startup utilizó datos de fuentes como la venta de billetes de avión a nivel global para anticipar en qué ciudades podría extenderse esta, por entonces, epidemia. Así, identificó cuáles eran los principales destinos de los viajeros de Wuhan, entre los que se encontraban Bangkok (primera ciudad a la que se exportó un caso), Hong Kong, Tokyo, Taipei, Phuket, Seúl y Singapur. Todas estas localidades formaron parte de la primera fase de expansión del coronavirus, como se demostraría unos días después.
El “milagro” de Corea del Sur se llama big data
Corea del Sur ha dado un ejemplo al mundo de cómo frenar la curva de crecimiento de la epidemia de coronavirus. Pero ¿cómo lo han conseguido?
El 29 de febrero, el país asiático de 50 millones de habitantes, reportó un incremento de 909 contagios, anunciando una epidemia fuera de control. Sin embargo, una semana después el incremento de contagios se había reducido a menos de la mitad, con 400 casos nuevos. Después, siguió decayendo el número de nuevos contagios, y actualmente crecen en torno a 100 pacientes al día, tras un ligero repunte.
Pero ¿cómo consiguieron frenar la curva de desarrollo de la epidemia en su país? Se ha hablado mucho de la importancia que ha tenido el elevado número de tests que se realizaron a los ciudadanos, para detectar quiénes eran los contagiados y aislarlos. Y aunque esta fue una parte fundamental de la estrategia, esta fue mucho más amplia y se basó en gran medida en la recolección de información acerca de sus ciudadanos y la gestión centralizada de estos datos.
Big data: clave en la lucha contra el coronavirus
Gracias a la tecnología, las autoridades surcoreanas pudieron rastrear de manera muy precisa los movimientos de las personas contagiadas para detectar así todos los contactos que habían tenidos en los días en los que ya eran portadores y podían contagiar a otros.
Para hacerlo, Corea del Sur usó herramientas que había desarrollado durante el brote del MERS. A través de apps y softwares diseñados desde entonces, utilizaron datos provenientes de fuentes como cámaras de seguridad, registros bancarios o datos de los GPS de sus móviles, para analizar los movimientos de las personas contagiadas.
La medida ha sido efectiva, como se ha evidenciado, pero también polémica. La estrategia de rastreo ha sido muy invasiva y se basa en la recopilación de datos sensibles de los pacientes.
Estrategias similares están utilizando gobiernos como el de Singapur, y ahora también China, pese a que al principio no fue capaz de contener el brote. Y están mostrando su eficacia, pero aplicarlas en otros países es complejo. Esta tecnología no ha sido adaptada para reaccionar ante una pandemia que ha sorprendido a gobiernos y expertos.
Te recomendamos: